Por más que me tapo sigo con frío. Por más que se me corta la respiración mis pulmones siguen funcionando. Sigo palpitando. Sigo viviendo.
Aunque no tenga ningún interés, ya que no me sirve de nada.
Mis ojos secos y enrojecidos permanecen abiertos. Mi cuerpo sigue frío y mi alma sigue arañada.
Podría cortar por lo sano y conseguir curarme, o podría seguir con esta relación que poco a poco va a conseguir matarme, que por mucho que esté con él me sentiré sola ya que nunca será mío.
Sus escasas caricias me mantienen viva.

