domingo, 25 de septiembre de 2011

Le doleur exquise


Me fui a la cama a la 1.
A las 2 y media seguía despierta.

No quedaban palabras. Las habíamos dicho todas.

Después de hacer el amor, supe que se había acabado.

¿Había amado a Big alguna vez? ¿O era adicta al dolor, al exquisito dolor de querer a alguien tan inalcanzable?

-Eh, ¿que haces ahí?
-Vete a París, yo no voy a ir. No finjamos ser algo que no somos. Da igual.
-Ven a la cama.

Quería ir con él, pero me sentía como si estuviera atada a la silla. Una parte de mí me estaba sujetando, sabiendo que había llegado demasiado lejos, que había llegado a mi límite.


Y se acabó. Me había desatado de Big. Era libre. Pero no había nada de exquisito en ello.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cansada.



Cómo es posible que querer tanto a alguien te destroce así.

No me explico como he podido terminar así de harta... harta de hacerme interminables preguntas.
Harta de que tu indiferencia vaya a acabar conmigo. Harta del miedo que me impide contártelo, ya que si esto se acaba, se acabarán también mis ganas de vivir.
Harta de quererte.



sábado, 17 de septiembre de 2011

Interrogante




Agobio... esa sensación que te sube por el estómago hasta exprimirte del todo.
No saber que va a pasar.
A veces no es malo, te crea una fantástica sensación de incertidumbre.
A veces desearía ahorrarme estos malditos contratiempos. Este horrible sinsentido que me empuja a querer saber más y más de él, de su pasado y de sus sentimientos hacia mí.
Porque hasta que no esté realmente segura de lo que él siente, no me puedo quedar tranquila. Porque soy una estúpida enamorada que no quiere perderle.