Aún no lo sé. Aún lo sigo recordando y martirizándome a mi misma con los mismos recuerdos. Y las mismas preguntas. No sé si un día mi orgullo saldrá a la luz, y apartará los demás sentimientos.
Todavía estoy avergonzada de mi decisión, en contra de todas mis normas impuestas anteriormente.
Y es que, aún tengo la eterna pregunta en mi mente.. ¿amor o principios?
¿Merece la pena romper tus creencias por amor?
Antes pensaba que no.